Árnica: usos y beneficios que debes conocer

La árnica (Arnica montana) es una planta herbácea perenne perteneciente a la familia de Asteráceas y espontánea en Europa, en praderas y pastos de suelos ácidos de montaña. Genera flores rebosantes de color amarillo oro o bien anaranjado, cuyos pétalos son ovalados y expiran un suave perfume.

Sus propiedades fitoterapéuticas se conocen desde la Edad Media, en tanto que la planta se usaba para sanar heridas merced a su acción regeneradora de tejidos.

En la fitoterapia se emplean las flores, y en ocasiones la raíz, lo que es desaconsejado pues Arnica montana es una especie protegida.

Entre sus primordiales componentes se hallan lactonas sesquiterpénicas (0,2 a uno con cinco por ciento ); aceite esencial (0,2 a tres con cinco por ciento de); ácidos fenólicos y sus derivados (ácidos cafeico y clorogénico); glucósidos flavónicos (0,4 a 0,6 por ciento ); cumarinas y fitosteroles.

Los efectos fitoterapéuticos más marcados se deben a las lactonas y también incluyen el antimicrobiano, el antinflamatorio, el antirreumático y el antiartrítico. La planta asimismo activa la circulación. Otros componentes, como los flavonoides y el aceite esencial, asimismo pueden contribuir a estos efectos.

La árnica se emplea tópicamente y, indudablemente, su efecto más esencial se centra en el empleo tras traumatismo, eludiendo la aparición o bien reduciendo la extensión de los generalmente llamados "moretones".

Asimismo en el alivio de las piernas cansadas y de los dolores musculares, la árnica es sorprendentemente útil y forma un secreto de belleza femenina, un tanto por todo el planeta. Por consiguiente, la árnica se emplea como antinflamatorio, en magulles y dislocaciones, como en artritis, equimosis, flebitis superficiales, varices, edemas o bien equimosis, irritaciones cutáneas como acné, furunculosis, inflamación cutánea ocasionada por picaduras de incesto y en el caso de dolor muscular o bien articular, y puede emplearse como coadyuvante en el tratamiento de inflamaciones orofaríngeas.

No obstante, las aplicaciones basadas en árnica no deben administrarse en heridas abiertas. Además de esto, su aplicación tópica puede provocar reacciones alérgicas, con lo que debe interrumpirse la administración. Su administración oral no está indicada debido a la toxicidad de la planta que puede provocar irritaciones gástricas (aun a dosis bajas) o bien inconvenientes de origen inquieto (alucinaciones, vértigo, complejidad respiratoria, cuando se administra a dosis altas).

La administración externa de preparados a base de arnica puede efectuarse en forma de infusión (dos a cuatro por ciento , en forma de lociones o bien compresas embebidas), tintura (1:10) o bien solución oleosa (parte de árnica para cinco unas partes de aceite graso). Existen en el mercado múltiples preparados a base de arnica indicados para el empleo externo y la resolución de hematomas, irritaciones de la piel en los bebés, moretones musculares y alivio del dolor reumático. 

En la cosmética, el árnica se emplea asimismo en forma de champús, acondicionadores y lociones, indicados para combatir la oleosidad y la caída excesiva del pelo. Como vemos, la naturaleza no deja de ofrecernos soluciones simples mas eficientes que indudablemente son útiles en una pluralidad de situaciones de su vida rutinaria.