¿Por qué consumir miel con regularidad?
La miel es fruto del néctar de
las flores y de la excreción de las abejas. Uno de los comestibles
más viejos del planeta, el origen de la miel es prehistórico. Las
expediciones arqueológicas registran restos del producto en aparejos
familiares en Egipto. Hablando de Egipto, fue precisamente aquí
donde empezó el arte de la apicultura. Los pueblos de Mesopotamia
empleaban la miel con fines medicinales.
Grecia asimismo ha cooperado de
manera estrecha con la apicultura. El pensador Aristóteles definió
las peculiaridades de las abejas reina, las abejas obreras y los
zánganos. Los machos fecundan a la reina, que sostiene la casa en
orden. Las obreras efectúan el mantenimiento y la defensa de las
colmenas. Les toca adecentar la colmena, cuidar de los recién
nacidos, resguardar a los predadores, asistir a desarrollar los
panales y hacer la miel y la jalea real.
Ventajas del uso y consumo de la miel
La miel era uno de los comestibles
más consumidos en Grecia. En el Imperio Romano, el empleo de la miel
como medicina era difundido. Y no extraña que sus propiedades
medicinales se hayan perpetuado a lo largo de siglos. La miel es
fuente de hidratos de carbono, potasio, calcio, fósforo y magnesio.
Otras cualidades son la presencia de antioxidantes, la acción
antibactericida y antimicrobiana. CA continuación, presentamos
algunos de sus beneficios más importantes:
Hidrata el cabello- la miel
asimismo es un antídoto ideal para mejorar el aspecto del cabello.
Una de las opciones alternativas es entremezclarlo con su crema
hidratante. Asimismo puedes hacer una máscara con miel y aceite de
oliva. Aplique la mezcla en la cabeza tras lavarse el pelo, deje
actuar a lo largo de treinta o bien cuarenta minutos, enjuague con
agua fría y pase acondicionador.
Mejora el sistema inmunológico:
el ácido ascórbico (vitamina C), el ácido glucónico, los
flavonoides y los ácidos fenólicos son antioxidantes. Esas
substancias fomentan una limpieza y expulsan toxinas que atacan las
células de defensa. Consumir miel de forma regular ayuda a combatir
constipados, gripe e inclusive enfermedades más graves como el
Alzheimer y el cáncer.
Da energía-la miel tiene hidratos
de carbono y fructosa (género de azúcar). La fructosa tarda en ser
digerida, lo que garantiza dosis auxiliares de energía. El alimento
ayuda a acrecentar el desempeño de quienes llevan a cabo actividades
físicas con regularidad.
Ameniza el dolor de garganta –
la acción antibacteriana de la miel ayuda a combatir las bacterias
Streptococcus pneumoniae y Klebsiella pneuminae (neumonía),
Mycobacterium tuberculosis (tuberculosis) y Haeophilus influenzae
(sinusitis). El té con ajo, limón y miel calma la incomodidad de
los constipados. La acción de la bebida es potenciada si se emplea
con propóleo.
Perfecta para dormir: la miel
ayuda a dormir por el hecho de que es fuente de magnesio, poderoso
relajante natural. Además de esto, el comestible mejora la
producción de serotonina, el denominado como neurotransmisor del
bienestar.
Así mismo, hace que la piel se
encuentre saludable, debes haber oído que la miel es buena para la
piel. Y es que los flavonoides, los ácidos fenólicos y los
cartenoides que contiene evitan el envejecimiento precoz. De ahí
que, el comestible está presente en múltiples productos cosméticos.
La miel asimismo ayuda a sanar heridas, quemaduras y úlceras.
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